En mi pueblo hay dos supermercados y la gente compra en ambos, aunque un día a la semana se acerca al mercado municipal del pueblo grande más cercano y/o al hiper de sus preferencias que, como bien saben, siempre hay uno a tiro de piedra.

Ah, pero hay uno de los supermercados que es listo y tiene, magníficamente organizado, un sistema de suministro a domicilio que funciona como un tiro.  En mi caso le paso la «comanda» vía e-mail, en un Excel donde lo único que tiene que hacer es revisar los precios o poner los que yo desconozco, la programación del Excel hace el resto, me confirma el pedido y el importe y sin esperar la transferencia me suministra la totalidad del pedido en el mismo día o al siguiente, como máximo.

Cuando consigue hacer una buena compra, da igual si me encuentra en la calle o si estoy en su establecimiento comprando frescos, me informa – o me envía un Mail – para trasladarme la oportunidad de hacer una buena compra.

¿A de tener miedo de la venta por internet? 

Es como la ferretería del pueblo vecino que no solo busca el producto que le solicitas y te ofrece alternativas sino que, además viene a tomar medidas para encajar perfectamente y después viene a colocarlo para asegurarse de que ha servido un producto adecuado. ¿Voy a cambiar de proveedor?

Toda acción produce una reacción y quien sabe entenderlo y se prepara para encontrar salidas airosas, funciona y el que no… pues, este si que puede desaparecer.

Una situación adversa puede ser una oportunidad.

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