La desgraciada confusión entre los conceptos marketing/publicidad ha llevado a considerar que el marketing se puede comprar.
Craso error
El marketing (rebautizado por mi en marquimting) es una filosofía de gestión que se gesta en la alta dirección e impregna la totalidad de actuaciones empresariales. Basa sus estrategias en la satisfacción del consumidor, al extremo que el producto debería estar diseñado – en todas sus facetas – tan bien que no hiciera falta venderlo.
Cierto que, durante bastantes años, cuando en las empresas no había estructuras y/o procesos que aunaran información para coadyuvar a que la gerencia pudiera diseñar las estrategias bien fundamentadas, se recurría a las agencias de publicidad que, o bien edulcoraban la oferta o hacían propuestas que modificaban, de alguna manera, el producto.
Recuerdo bien la propuesta de DOS DONUTS, la de MAÑANA ES FIESTA: QUE FIESTA CON DELAPIERRE, BUSQUE COMPARE Y SI ENCUENTRA ALGO MEJOR: COMPRE, HAY CALCETINES FRESCOS, UN POCO DE MAGNO ES MUCHO … Que, cada propuesta publicitaria comportaba modificación de packaging, precio, hábito de consumo, temporalidad…
Pero cada día más la dirección empresarial va pasando a manos de gente formada, con estudios adecuados, que sabe rodearse de personal capaz de estudiar y proponer o consejeros externos que cubren la carencia de ese personal.
No es posible comprar marketing a kilos, se puede comprar la fórmula creativa para divulgarlo, la mejor cobertura de medios para difundirlo, el canal óptimo para ponerlo al alcance del cliente, pero QUE QUEREMOS VENDER, A QUE PRECIO (POSICIONAMIENTO), COMO, ETC. Es potestativo de la dirección empresarial, con tantas ayudas o colaboraciones que se quiera, pero: La responsabilidad es de gerencia (CEO, DG…).
¿Cómo podría comprarse la filosofía que ha de conducir la empresa?El marketing no se compra